sábado, 10 de agosto de 2013

Discapacidad, ¿Quien habita ese cuerpo?

Discapacidad, ¿Quién habita ese cuerpo?
Paulina Salinas Olivares

                              CEIP

Este trabajo surge tras la participación en el Cartel organizado por CEIP de Santiago de Chile, con Rosa Lagos y Silvia Macri como coordinadoras, preparando la participación en el IV Encuentro Americano del Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana, La Clínica Analítica Hoy: el síntoma y lazo social.
 Bajo el título “Discapacidad, ¿Quién habita ese cuerpo?, se abre la reflexión sobre la función del psicoanalista en las Instituciones Interdisciplinarias. Se desarrolla la idea de que el campo de acción de un psicoanalista es sobre un sujeto de deseo particular, y sobre un cuerpo de lo que se goza, y que ha sido marcado por el lenguaje, a diferencia del cuerpo físicamente enfermo, con el que trabaja el saber médico. Por lo que este trabajo se inserta en la mesa redonda del Encuentro: “Modalidades Institucionales de Recepción de los Síntomas” dirigida por Irene Kuperwajs.

Palabras Claves: Institución-Psicoanálisis-Cuerpo-Discapacidad-Escucha                                                                                            
            Hoy por hoy nos encontramos insertos en una sociedad que a cada segundo se encuentra produciendo distintos tipos de saberes, de los cuales el saber tecno-científico lleva las de ganar. Desde la neurobiología, se ha encontrado el asiento de la moral, la racionalidad, la memoria (lugar que albergaría Lo Traumático), entre otras, y por lo tanto se piensa que cualquier problema conductual, puede ser abordado desde el saber médico, ya que son ellos los que pueden administrar hormonas, neurotransmisores, o incluso manejar la genética. Que mejor ejemplo que el de la Oxitocina considerada hoy como la hormona de la generosidad, vinculada a diferentes momentos, como el enamoramiento, el orgasmo, el amor maternal, y claro, la confianza. Bajo este contexto, es posible ver que a nivel del cuerpo, y sus circuitos neuronales, el psiquismo se esfumó.
Más cerca de la experiencia psicoanalítica, hablamos de acontecimientos del cuerpo en tanto el significante es causa de goce. Hablar de cuerpo como aquello de lo que se goza, y de un inconsciente que cifra goce, es hablar del ser hablante y de las marcas de goce que el lenguaje produce. Por lo tanto, nuestro objeto de estudio, no es la alteración a nivel neuronal, sino un sujeto de deseo, bañado por los significantes que para bien o para mal, lo han constituido.

            Ahora, lo que es indiscutible es que el psicoanalista no trabaja solo, ni aislado de la sociedad, y el ejercicio crítico de la interdisciplina conlleva una especial dificultad debido a que siempre nos encontramos con algún punto de imposibilidad al intentar sostener la práctica, sobre todo cuando nos encontramos frente a discursos heterogéneos. Es por eso que deben saldarse las diferencias y reconocer el verdadero valor de nuestros conceptos. En relación al psicoanálisis, implica poner a trabajar su propio límite para así producir un discurso, que tenga consecuencias tanto para fuera del
psicoanálisis como hacia adentro. Surge la pregunta, ¿Qué posibilidad tiene el psicoanálisis en las instituciones médicas estatales?
            En una institución médica nos encontramos en territorio base del saber tecno-científico, y el psicoanálisis puede hacer su aparición y sostenimiento, por medio de la escucha del discurso del paciente, inserto en una institución de salud. En donde se pueda pesquisar y rescatar lo singular del sujeto dentro de su estructura. Haciendo así la diferencia con el saber médico, gracias a la posibilidad de realizar una guía de la escucha y no de la mirada. Las instituciones tienden a tapar la falta, bajo la idea de “hacer el bien”. A diferencia del psicoanálisis que se constituye aceptando lo real de la falta. El aporte que puede proponer el psicoanálisis al campo interdisciplinar, en este caso médico, es el de otra lectura del dolor, una lectura del padecer de un sujeto inmerso en un cuerpo enfermo.
En lo personal, parte de mi formación se ha visto tocada por el entrecruzamiento entre el saber médico, y el psicoanalítico, debido a que trabajo en el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda, ubicado en Santiago de Chile. En donde constantemente es posible observar la dificultad para sostener la práctica, cuando se trabaja con niños con serios problemas neuromotores, en el contexto médico. Y es en este punto que quisiera retomar la pregunta planteada anteriormente, y agregar, ¿Qué posibilidades existen para trabajar con niños con serios déficits neuromotores, desde el psicoanálisis? Partamos por aceptar que el abordaje analítico con estos pacientes no es tarea sencilla, muy por el contrario. Creo que la posibilidad de ir delimitando cuales son las dificultades, como por ejemplo, post-operatorios interminables, heridas que no cierran, inyecciones de botox, retrocesos físicos a causa de crisis epilépticas, en fin; son una serie de factores, que se van sumando al padecer de un sujeto, con un cuerpo físicamente enfermo. Lo anterior apunta a que finalmente podamos marcar que nuestro campo de acción, es sobre un sujeto de deseo particular, y no sobre un cuerpo físicamente discapacitado. Es ahí, cuando podemos decir que en última instancia, no difiere de un tratamiento psicoanalítico como se haría con cualquier niño, porque de lo que se trata es de la escucha analítica de su discurso.
            Para proseguir con la idea de la función de un psicoanalista, en el contexto interdisciplinar, quisiera hacer una detención en torno a la palabra discapacidad. La palabra discapacidad no aparece en el diccionario, ha surgido en los últimos años para dar cuenta de aquello que está por fuera de lo esperado. Sin embargo, lo que sí aparece es la proposición inseparable “dis”: que indica negación, contrariedad, separación. Esta falta de conceptualización de la palabra discapacidad, pudiese reflejar el anhelo de la sociedad, de algo así como una unidad espacial y temporal, sin fracturas. La existencia de la discapacidad quiebra la idea mítica de completud o perfección narcisista. Y aquí  retomo, para el psicoanálisis cada uno es tomado como sujeto diferente en su singularidad, más allá de la clasificación en el que haya sido incluido por el Otro, sea ésta una discapacidad o cualquier categoría diagnóstica. Si caemos en diferenciar la escucha de la discapacidad caemos en tomar a ese niño como un objeto de estudio, lo que va en desmedro del la escucha del padecimiento como sujeto particular.
Un niño con dificultades a nivel de su cuerpo, está en permanente riesgo de que su cuerpo sea tomado constantemente como objeto de especial cuidado, de estudio, o de educación. Desde el psicoanálisis, sabemos que en un comienzo todo ser hablante se constituye primariamente como objeto de los cuidados del Otro. Pero al mismo tiempo, estamos advertidos que cristalizar dicha posición conduce al riesgo de forcluir al sujeto.
            Por lo tanto, es posible plantear que nosotros como psicoanalistas, sí podemos trabajar con el cuerpo. Sin embargo, será un cuerpo, como aquello de lo que se goza, y un cuerpo que ha sido marcado por el lenguaje, y no por el daño neuronal que posea.

Tras el Encuentro…
            La participación en la mesa simultánea del Encuentro Americano, “Modalidades Institucionales de Recepción de los Síntomas”, abrió la reflexión sobre una serie de aspectos planteados por los diferentes trabajos presentados. Reflexiones que sólo comienzan a tomar forma a posteriori. Porque es sólo tras el encuentro diario con la Institución Médica, con los niños en un cuerpo físicamente enfermo, y con una maduración de las temáticas abordadas tras el Encuentro Americano, es que se abre la posibilidad de ahondar en las reflexiones planteadas en dicha mesa.
Es Irene Kuperwajs, coordinadora de la mesa, quien abre la pregunta sobre de qué se trata una escucha diferente, a qué se alude cuando se habla del eje de la escucha y no de la mirada, tal como es abordado a lo largo del trabajo.
Tras el Encuentro, tomando algunas palabras de Romildo Do Rêgo Barros quien en las Plenarias desarrolla “Síntoma, Grupo y Escuela: Time is Money”, desarrolla la pregunta en torno a ¿Cómo hacer escuchar el síntoma en La Institución?. Esta pregunta alude directamente a la función de un psicoanalista en La Institución, “Escuchar” y “Hacer Escuchar”. Y es desde aquí que quisiera retomar la idea planteada anteriormente en torno a nuestro campo de acción dentro de las Instituciones, en este caso médica.
El ofrecimiento de una escucha diferente en esta Institución se encuentra animado por el deseo de hacerse destinatario de la palabra de aquellos sujetos marcados por los efectos devastadores de un encuentro con lo real. Pacientes con dificultades para movilizarse, y necesitar del otro para poder llegar a la hora planeada, pacientes con dificultades en su hablar, hacen buscar los medios para que puedan hacer valer su “voz”, su discurso, tanto en el encuentro con el analista como con el resto del equipo, que muchas veces prefieren hacer oídos sordos frente a las dificultades.
Lo anterior hace que cada día haya que “saber escuchar” a sujetos que a pesar de tener un cuerpo físicamente enfermos continúan siendo sujetos de deseo, sujetos que demandan una ayuda, por medio de una escucha diferente. Sujetos en donde es posible desprender que el estatuto de lo traumático no está dado por la dimensión fenoménica de un acontecimiento, sino por la cualidad que adquirirá al impactar, de forma sorpresiva e inesperada en una subjetividad singular.
La escucha diferente se encuentra dada por el marco del Psicoanálisis, en donde a diferencia del contexto médico que entrega fármacos como una manera urgente de enfrentar el malestar, lo que se ofrece al sujeto con su padecer es la apertura a un espacio que posibilite el despliegue de la cadena significante, que abra un tiempo no tocado por la prisa, que permita la emergencia del sujeto dividido, que permita la interrogación por sus síntomas, que permita visualizar el camino para la rectificación subjetiva, para que así pueda comenzar a constatar que si bien el pasado condiciona, dependerá de él impedir que se convierta en condena.
            Frente a un equipo médico que constantemente se encuentra tratando de universalizar los tratamientos para las patologías con las que se encuentra, como por ejemplo por medio de manuales que explican cada aspecto que debiese pasarle a un sujeto con Traumatismo Encéfalo Craneano a lo largo de su rehabilitación (TEC), la apuesta que se hace es la de defensor de la particularidad de cada sujeto, tratando de recordarle al equipo médico que cada uno en su goce es un ser único e irrepetible y por ende resistente a cualquier universalización.
Este es uno de los aspectos más complejos a abordar en el día a día del trabajo dentro de una Institución Médica, en donde aparece un equipo con una multiplicidad de demandas de ayuda, en donde solicitan “corregir el aspecto comportamental” de tal o cual niño, porque es culpa de su comportamiento que ellos como equipo no pueden avanzar en el tratamiento de rehabilitación.  Y es aquí que retomo las palabras de Romildo Do Rêgo Barros, porque surge un trabajo paralelo al de la “Escucha” en la clínica y es el de “Hacer Escuchar”. El detalle de las palabras para las intervenciones con el equipo, así como la presentación de un sujeto niño que padece en un cuerpo físicamente enfermo, ayudan al derribamiento de las resistencias y de la mirada parcializada sobre un cuerpo, en la medida que se “Hace Escuchar” al síntoma de ese sujeto particular en La Institución.
            Para finalizar quisiera mencionar uno de los aspectos finales de la discusión dentro de la mesa redonda, la Formación del Analista. Ya que para poder sostener lo anterior se hace indispensable el no ceder en el deseo de formación en los principios del psicoanálisis, ya que será gracias al análisis personal y al apoyo de Grupo de Formación, lo que permitirá el sostenimiento de una práctica con una multiplicidad de factores. Niños con un cuerpo físicamente enfermo, muchas veces con dolores impensados, o padres devastados frente al encuentro con hijos gravemente dañados por una contingencia, muestran que no hay palabras que logren reducir el encuentro con lo Real.





jueves, 8 de agosto de 2013

ASOCIACIÓN CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN EN PSICOANÁLISIS LACANIANO
SANTIAGO DE CHILE

POSTÍTULO
CLÍNICA E INTERVENCIONES PSICOANALÍTICAS: DE FREUD A LACAN
2014 / 2015

jueves, 27 de junio de 2013

Cambio fecha inicio: Cátedra Libre Introducción al Psicoanálisis en Universidad Central

INFORMACIÓN IMPORTANTE: La Cátedra libre Introducción al Psicoanálisis que debía comenzar el lunes 1 de julio, a dictarse en la Universidad Central SE SUSPENDE, la próxima semana se avisará la nueva fecha de inicio.

lunes, 13 de mayo de 2013

Reseña: "Lo que Lacan sabía de las mujeres"


Reseña Actividad Preparatoria para el Simposio de Miami “Lo que Lacan sabía sobre las mujeres”

Por: Paulina Salinas O - Carolina Vignoli - Raquel Cors

Luego de una productiva mañana de trabajo, el día sábado 11 de mayo, se da cierre con las Actividades Preparatorias del mes, con las que intentamos introducir el deseo de saber acorde el tema que nos convoca en el marco de las próximas actividades de la AMP así como las próximas actividades del campo lacaniano en Santiago de Chile. Es así que con el propósito de intentar dar un esbozo de lo que se desarrollará en el Simposio “Lo que Lacan sabía sobre las mujeres”, a realizarse a finales de mayo, en Miami – EEUU, nos reunimos a trabajar algunos textos que se aproximen al tema. Es así como se trabajó la presentación del Argumento para el Simposio y la lectura del capítulo “Mujeres y Semblantes” de Jacques-Alain Miller que se encuentra publicado en el Curso “De la naturaleza de los Semblantes”.

En la reunión nos dedicamos a puntuar y discutir el texto de Miller, el Seminario 18 de Lacan y algunos lineamientos de Freud, que otorgan cierta orientación respecto de lo femenino en la cultura.

Lo primero que se destaca en la discusión de los textos es el odio que las mujeres tienen hacia el semblante, ya que poseen una relación más cercana que los hombres con la castración - Miller las llama “amigas de lo real”, sosteniéndose en los Escritos de Lacan donde señala que “en la dialéctica falocéntrica, ella representa el Otro absoluto”.

Haciendo referencia a lo que Lacan presenta en su seminario 18, Miller retoma el lugar de la mujer como la hora de la verdad para un hombre respecto de “esos placeres que llamamos físicos”(Lacan Seminario 18 De un discurso que no fuera del semblante Pág. 34).

Por otra parte, se versó en torno a la novela de Queneau “Zazie en el metro” - una jovencita de 12 años que va haciendo caer todos los productos de la cultura bajo la fórmula “mon cul”, que se puede traducir “me importa un carajo”, pero que en su lengua original, el francés, deja muy en claro su lugar excrementicio. “Opone entonces a los semblantes de la cultura lo que podríamos llamar, porque no, lo real del goce.” (Jacques-Alain Miller De la naturaleza de los semblantes Pág. 129).

En medio la discusión y la pregunta por la mujer y la madre en sus entrecruces nos remitimos a Freud, que sitúa a la familia como primer célula social con su valor paradójico, es decir que por un lado propende al lazo social, de tal manera que el hombre logra mantener su objeto sexual al lado, y por otra parte la mujer, que al devenir madre, lo hace con su pequeño objeto, su vástago. El hombre  entonces, señala Freud, rechazará separarse de su mujer y ella rechazará separarse de su niño, para lo cual las instituciones de la cultura procuran mantenerlos unidos.

Articulamos también la hora de la verdad con lo referente a la Filantropía paterna y lo que puede producir ella en los hijos. El padre de Schreber es un  claro ejemplo. Finalmente, situamos una antinomia entre familia y sociedad, que Miller aborda en el su Curso ya citado, de tal manera que “entre el Eros y la Kultur, si se le da al primero su valor inicial , como base de la pareja, es decir, del lado del varón, de un lazo con el Otro sostenido no por la humanidad sino por una mujer” (Miller, 2008, Pág.132) La mujer como Otro radical representante de lo real del goce, se presenta como un desafío, una incomodidad, para lo que el macho debe cuidar de su serie fálica, y así para todos aquellos semblantes de la cultura que vienen a velar.

En medio de una efervescente discusión se planteo la relevancia que tiene realizar una actividad de la Orientación Lacaniana en EEUU, en medio del contexto Universitario que tanto caracteriza a su cultura, y las implicancias que dicho contexto puede dar para que el Argumento del Simposio, tenga un toque diferente al habitual, como por ejemplo lo sorprendente que se hable en éste contexto de la “profesión” del psicoanalista, cuando en realidad, no se estudia una cantidad determinada de años para serlo, ni se obtiene un título de psicoanalista. Es así como se abrieron muchas preguntas e interrogantes acerca de lo que enmarca este interesante Simposio y la tendencia que se observa en comenzar a trabajar cada vez más la temática de lo femenino en las Actividades de la AMP. Esperamos que nuestras representantes nos transmitan la experiencia vivida en el cuerpo a su retorno!

Comisión de la Secretaría Científica y Enlace AMP

Raquel Cors U - Paulina Salinas O - Carolina Vignoli - Bernardita Arancibia.

miércoles, 24 de abril de 2013

Entrevista a Slavoj Zizek: El humor del filósofo lacaniano.


Posted: 17 Apr 2013 08:00 PM PDT
En esta charla, el pensador esloveno Slavoj Zizek habla de sus orígenes filosóficos y psicoanalíticos, dice que Europa está cerca del autoritarismo si continúa con el estilo Berlusconi y alerta contra el ciudadano que “participa en todo”.



Hay método en su locura... Slavoj Zizek es vehemente y apasionado por la palabra y así se lo percibe en la imagen y la voz que llega a través de una videollamada por la pantalla de la PC. Se encuentra en San Pablo donde presentó un nuevo libro sobre Hegel y va a hablar un poco en esta entrevista del libro que publicó aquí El más sublime de los histéricos (Paidós). Así es su producción intelectual: tiene más de 60 libros escritos que se multiplican y superponen alrededor del mundo en decenas de idiomas. Y eso lo hace feliz: “El mejor momento de vida siempre se relaciona con el último libro de filosofía que escribí”.

-¿Cuál es la lectura que hoy hace de este libro que escribió hace treinta años como tesis, dirigido por Jacques Alan Miller?
-Suelo ser muy crítico. Pero debo admitir que ésta es mi primera obra seria. Preferiría que todos mis libros anteriores fueran quemados. Este es el primer libro que no me disgusta. Lo que más me sorprende es lo poco que he cambiado. No me gusta que haya muchos grandes cambios. Mi último libro que acaba de aparecer en Brasil –de más de 1.000 páginas, Less than nothing– podría tener la tapa del libro del que hablamos. Siempre estoy escribiendo o editando el mismo libro.

-Heidegger, Lacan, Marx y Hegel señalan el origen de su filosofía. ¿Cómo armó esa constelación?
-Tenía 21 años cuando escribí mi primer libro que fue sobre Heidegger y el lenguaje. Había dos grandes orientaciones en Eslovenia: la filosofía oficial, dominante, es decir, el marxismo y la Escuela de Frankfurt. Y la otra, no oficial, la de los heideggerianos. Yo estaba más o menos con ellos, luego explotó el pensamiento francés: Foucault, Lacan, Althusser. Y nuestra joven generación quedó inmediatamente fascinada con ellos, porque este pensamiento francés fue atacado brutalmente por las dos orientaciones en Eslovenia. Y esto nos intrigó: cómo podía ser que los enemigos oficiales, los heideggerianos, y los marxistas, hablasen el mismo idioma contra su enemigo común. Estuvimos oscilando: un poco de Lacan, Derrida, Foucault, Althusser, Deleuze. Y luego nos volvimos lacanianos, pero todo esto fue a través de Hegel. Su universo fue nuestra experiencia formativa.

-¿Conoció en persona a Jacques Lacan?
-Sí. Pero estoy completamente seguro de que él nunca me conoció. Hablé con él dos veces cuando estaba estudiando en París, con Jacques Miller. Conocí a algunas personas que en aquel momento se analizaban con Lacan y que me contaron que estaban seguros de que Lacan, ya senil, ni siquiera los escuchaba mientras se psicoanalizaban con él, que Lacan no sabía quiénes eran. Miller nos presentó, pero estoy convencido de que Lacan no supo quién era yo.

-¿Y hoy está en contacto con Miller?
-Lamentablemente no. Gracias a él comprendí a Lacan. A comienzos de los 80 fui admitido a un seminario suyo. Miller tenía la habilidad mágica de “traducirnos” a Lacan. Creo que a Miller le interesaba más expandir su parte clínica y quería que yo volviese a Eslovenia e iniciase clínicas lacanianas pero yo no quise. Aunque me considero demasiado loco, la sola idea de ser un psicoanalista me parecía una locura. Lo que lamentablemente sucedió es que él se movió hacia la centroderecha liberal y escribe columnas en dos medios de la centroderecha francesa: Le Figaro y Le Point.

-En el documental “Zizek!” usted dice: “no queremos realmente lo que pensamos que deseamos...” 
-Es la lección básica de Lacan. Lo que deseas no es generalmente lo que quieress. El tema es que a menudo, cuando obtienes demasiado de lo que piensas que deseas, el resultado puede ser el horror. El psicoanálisis hace algo que puede parecer simple: te confronta sin excusas con lo que efectivamente deseas. Es horrible de asumir. Nuestra posición natural es la hipocresía: deseamos algo pero preferimos no tener lo que queremos. Un ejemplo político brutal: hoy está de moda decir que la gente quiere tener voz, participar en política. No. La mayoría, no. Esto es lo problemático cuando se dice: “Necesitamos una ciudadanía más activa”. Que la gente debe participar en las decisiones, en reuniones, en sus comunidades locales, etcétera. No es así, salvo en situaciones de emergencia, en estos hermosos momentos de revueltas y demás. Pero en el largo plazo, lo que la gente quiere es un orden público, organización estatal, que las cosas funcionen y me permitan hacer bien mi trabajo. No me gusta este casi superyoico terror de ser un ciudadano activo, que participa todo el tiempo. No funciona de ese modo.

-¿Y cuál es el lugar de la ética en este contexto? Algunos plantean que debe ser repensada...
-Los problemas que estamos confrontando no pueden ser respondidos por ningún sistema ético tradicional, antiguo. Tampoco la religión ni la ética secular estándar. Lo que sabemos por la biogenética o las ciencias cognitivas sobre nuestro cerebro es que hay increíbles posibilidades de conexiones cerebrales a computadoras y demás. Se podría cambiar genéticamente nuestros niños, nuestro ADN, no hay reglas claras en esto. Lo más significativo de esta confusión fue que Jürgen Habermas, el más alto representante de la izquierda liberal secular alemana, y el entonces cardenal Joseph Ratzinger escribieron juntos un pequeño volumen contra la amenaza de la biogenética. Ellos, grandes oponentes, bregaban por poner límites. No es una respuesta suficiente. Me parece que vivimos un momento de crisis ética, pero no me refiero a la queja habitual conservadora de la pérdida de valores. Me refiero a que estos valores están en crisis desde sus cimientos. Vivimos tiempos muy abiertos e interesantes.

-Y en el cruce de psicoanálisis y filosofía, ¿qué elige, la vida real o la ficción?
-Según Lacan, a veces la ficción es más real que la vida real. A veces lo que es excluido o reprimido de nuestra realidad se formula más tarde disfrazada de ficción. Por eso me gusta la ciencia ficción porque podemos ubicar cosas que no podemos confrontar directamente en la realidad. Por ejemplo: Lincoln de Spielberg. Una película de la mitología liberal oficial donde Lincoln aparece como el maestro ejecutor de las maniobras necesarias. Pero, antes apareció Lincoln: cazador de vampiros, un filme de terror absolutamente loco en el que se cuenta que los verdaderos enemigos de Lincoln eran los vampiros que apoyaban a la Confederación de estados del Sur, que les proveían la sangre que necesitaban, de los negros y los muertos. Lincoln lo sabía y por eso en la batalla de Gettysburg utilizó balas de plata, porque entre los combatientes sureños había vampiros. Toda la violencia, la lucha para terminar con la esclavitud, llamémosla lucha de clases, está ausente en la película oficialista de Spielberg y se recrea, en una película de ficción.

-Hay una pregunta conocida de Freud: “¿Qué es una mujer?”. Actualicemos esta inquietud por: ¿Qué es un hombre?
-Estoy tentado a decir que la lección más profunda de Lacan es que la mujer está en una posición ontológica más fundamental. Que la subjetividad está en su nivel más fundamental femenino. Y que el hombre es una reacción a la mujer, el hombre viene en segundo lugar. En esto, Lacan dio vuelta la Biblia, que primero habla de Adán y la condena de la diferencia sexual y luego de la mujer. El hombre viene en segundo lugar, es una especie de ello para la mujer. Porque, otra vez, esta inconsistencia pura de ser sujeto del orden simbólico, que Lacan habría llamado “el no-todo”. El hombre, entonces, es un intento a través de un significante fálico para totalizar esto, y así sucesivamente. Hace poco leí un libro sobre Corea del Norte donde la autora demuestra cómo el régimen norcoreano no sería un régimen autoritario machista sino que es profundamente no feminista, pero sí maternal donde la propaganda del partido es la de una madre de masas, todas las metáforas del poder son maternales. Hay canciones que dicen cosas como que el partido es la madre de la gente y que la gente sólo podrá sobrevivir si toman la leche del partido madre: “nunca abandonaremos tu seno materno, madre partido”.

-Ha asustado a los europeos cuando escribió: “El futuro de la democracia es Berlusconi...” 
-Exageré un poco pero señalé algo muy triste. Sólo Europa y un poco EE.UU. se encuentran en crisis; América Latina está progresando rápidamente; Africa subsahariana está progresando; Malasia; Polonia. China, Singapur, Taiwán, tienen un progreso explosivo. En todo el planeta, al capitalismo le está yendo mejor que nunca. ¿Pero qué es lo que está en crisis? El matrimonio interno entre el capitalismo y democracia se está desintegrando. Lo que está apareciendo hoy es una nueva forma de capitalismo, pero que ya no necesita a la democracia en el sentido europeo. Fijate en China: los viejos comunistas totalitarios hoy parecen ser los mejores administradores del nuevo capitalismo. Y, lo de Berlusconi fue una señal de cómo, lento pero seguro, la misma tendencia autoritaria, aunque se mantenga la democracia, la misma irrelevancia gradual de la democracia está creciendo también en algunos países de Europa. Si entráramos en un mundo que deje de ser ideológicamente europeo, entonces quizá tengamos una sociedad mucho más autoritaria.

-Usted criticó movimientos como “Occupy Wall Street”. ¿Le parece posible que surja algo nuevo de esta crisis?
-Sí, claro. Hasta escribí un libro The year of dreaming dangerously. Estuve, por supuesto, a favor de “Occupy Wall Street”, pero enfaticé que era un gesto negativo. La importancia de “Occupy, Wall Street” fue que mostraban que había algo mal más allá de nuestro sistema económico. Y, además, la democracia en su forma actual, la democracia multipartidaria institucional no es suficiente para lidiar con estos problemas. Lo principal es que al menos en algunos países europeos hay situaciones protorrevolucionarias. Sin embargo, no hay movimiento que podría redireccionar esta profunda y agresiva insatisfacción hacia una dirección política mínimamente positiva. Si se les pregunta a los manifestantes qué es lo que quieren, todo lo que recibís como respuesta es “queremos más dinero para salvar a la gente, más gente que ahorre dinero, más justicia, una vida digna”. Pero si les preguntás a los manifestantes: “Ok, pero ¿qué quieren, más específicamente? ¿Un capitalismo más keynesiano? ¿Más moderno?, inmediatamente recibís respuestas confusas. Me parece que el verdadero perdedor en esta crisis es la izquierda radical. En Grecia hay un movimiento griego muy bien organizado, ¿qué ocurre si ganan las próximas elecciones? La mayoría quiere formar un gobierno de coalición nacional aun con gente cercana a la democracia para salvar al país. La mayoría persigue esta línea pura de no compromiso. Entonces el problema subsiste. El problema de la izquierda que simplemente no puede formular un gran proyecto. Ahora bien, por supuesto, la respuesta obvia habría sido “Quizás no podemos formular semejante proyecto. Tal vez debamos seguir modestos, pragmáticos y realistas, y simplemente tratar de cambiar el sistema gradualmente: más cuidado de la salud, más política ambiental, y demás”. Por otro lado, China, India y otros países continúen desarrollándose así, la humanidad entera no puede convertirse en consumidora como los países altamente desarrollados. Hay un límite ecológico. El capital trata desesperadamente de encontrar formas de prolongar esta etapa de lo privado, por no hablar de nuevas formas de apartheid, de los problemas que plantea la biogenética. Por eso, si no hacemos algo, si no hay una suerte de acción colectiva, pienso que, si las cosas siguen igual que ahora, nos estaremos acercando a una triste sociedad autoritaria, con apartheid, privilegios para algunos y otros males.

-¿Los filósofos tienen humor?
-Pienso que todos los filósofos dialécticos saben cómo tener humor. Hegel está lleno de bromas, hasta de bromas cínicas, si se quiere. Heidegger es un caso interesante porque es el único filósofo en cuya obra entera no encontrás ni una sola broma. Conozco a Heidegger muy bien, pero, para asegurarme, suelo preguntarles a amigos míos que son heideggerianos fanáticos si recuerdan algún chiste. Y aquí viene la ironía. El único lugar que conozco donde Heidegger formula algo como una broma es en una carta a un psiquiatra suizo que lo estaba tratando, Medard Boss. En esa carta, Heidegger le informa a su amigo suizo sobre su visita a Lacan a fines de los años 50. Y dice que Lacan le parecía un buen psiquiatra que a su vez... necesitaba de un buen psiquiatra. Es el único comentario irónico que le conozco a Heidegger.