HOMENAJE A LACAN
Desde Santiago de Chile
por Miguel Reyes Silva
CEIP
Un 9 de Septiembre de 1981 muere en Paris, Jacques Lacan, la comunidad analítica internacional animada por el entusiasmo de Jacques-Alain Miller ha consagrado la celebración de los 30 años de su muerte, “Septiembre será Lacaniano”, es la consigna bajo la cual psicoanalistas de todo el mundo dan testimonio en “Lacan cotiadiano”, de su encuentro con el psicoanálisis que Lacan practicó y enseñó, en muchos de esos relatos tal encuentro se dio con la persona de Lacan, ya sea como analista, supervisor o enseñante, nosotros en Chile con este pequeño homenaje nos incluimos en este movimiento mundial.
No tuvimos la suerte de conocerlo, ni de escucharlo regularmente además son pocos los registros audiovisuales que Lacan nos dejó y quizá haya en eso una intención, la de no obnubilarnos con su imagen, pregnante , imponente y para muchos inolvidable. Nosotros en Latinoamérica estrictamente no fuimos sus alumnos, en Caracas en 1980, Lacan nos llamó sus lectores.
Es a través de sus textos, Escritos y Seminarios que nos hemos familiarizado con sus conceptos, en cuanto a su práctica y estilo, ello nos ha llegado por diversos caminos, encuentros con analistas que participaron en algún momento de la Escuela Freudiana, que supervisaron con él, que fueron sus analizantes etc. Una mixtura de vías que cada cual ha sabido escoger, seguir o conseguir según sea el deseo que anima su formación. Justamente en ese punto nos parecemos a Lacan en su relación con Freud, sabemos que este nunca lo conoció personalmente, aun cuando tuvo la posibilidad de hacerlo, por alguna razón ello no aconteció. Es evidente que después de todo solo unas horas separan Paris y Viena, se suma a ello el revuelo que causó el pasó forzado de Freud por Paris en 1938 escapando de los nazis que ocupaban Viena, todos nos recordamos de la foto de un Freud viejo y asustado en la Gare de l´Est acompañado del brazo de la princesa Marie Bonaparte y de William Bullit Embajador Americano en Paris. Todo esto simplemente para decir que ser lectores no necesariamente nos deja en situación por debajo de aquellos que conocieron personalmente a Lacan.
Lacan inscribió para siempre su nombre dentro de la Historia del Movimiento Psicoanalítico, inaugurado por Freud y continuado por muchos otros, sin duda para nosotros, el acontecimiento Lacan, ha sido y sigue siendo rico en consecuencias que seguimos estudiando hoy en el CEIP.
Son esos momentos los que me interesa destacar en este homenaje, ¿Cómo Lacan, médico psiquiatra de formación, llega a devenir un psicoanalista, y ¿cómo un psicoanalista logra imprimir e inscribir su nombre dentro de esa saga?; no para reproducir los conceptos y la práctica de Freud sino para introducir una torsión creativa, una innovación que Lacan llamará “un retorno”. Mediante ese movimiento que se realiza por la sola operación de la lectura.
No contamos con una suerte de “presentación autobiográfica” como la que nos dejara Freud para orientarnos, de modo que seleccionaremos algunos breves textos e intervenciones donde Lacan se presenta a si mismo, enfatizando los diversos contextos donde ello aconteció. Sin embargo, no son muchos los momentos en los que Lacan da cuenta de su devenir analista, y de los hitos que para el fueron relevantes en su formación, mediante ese seguimiento quisiera dar brevemente algunas semblanzas biográficas.
El primero, es la famosa primera clase del Seminario XI, de 1964, allí tenemos a un Lacan con aproximadamente 63 años, con mas de 30 años dedicados al psicoanálisis en una sala prestada gracias a las gestiones de Althusser en la Ecole Normale Superior de la rue d’Ulm frente a un auditorio nuevo, de jóvenes estudiantes de filosofía y de humanidades mas los antiguos alumnos que lo habían seguido desde el Hospital Sainte Anne, con un gran humildad Lacan se pregunta ¿Qué me autoriza?
“Que me autoriza, cual es la garantía, a partir de la cual puedo hablarles de los fundamentos del psicoanálisis”, especialmente, esa pregunta cobra importancia si consideramos que recientemente Lacan había sido expulsado de la IPA, institución fundada por Freud como garante del psicoanalista única que hasta ese momento legitimaba la formación de los analistas en el mundo.
Considero este gesto fundamental pues nos resuena a todos nosotros, especialmente cuando se trata de presentarnos como ejerciendo el psicoanálisis o incluso hablando de el, ¿donde nos autorizamos? Y enfatizo el psicoanálisis no la psicología o la psiquiatría, sabemos que nos enfrentamos con una complicación en nuestra sociedad, pues no hay Diplomas de Psicoanalista, no es un titulo que se obtiene cursando materias, pero si se ha resuelto por medio de los Institutos de Formación, pero ocurre que justamente Lacan está -como nosotros- fuera de ellos y, sin embargo, no escamotea su posición y la encara directamente.
Cuando se trata de psicoanálisis Lacan se autoriza en su enseñanza, para esa época de más de 10 años, donde es responsable de exponerla públicamente, nosotros gracias a este gesto nos autorizamos en la suya, pero ocurre que se trata de una enseñanza, no de una doctrina ya construida, no de una obra. ¿Qué es una enseñanza? y además ¿Qué es una enseñanza de Lacan?
Esos 10 años en los que se autoriza Lacan, y que llama su enseñanza cubren el periodo de 1953 a 1963, y ¿qué fue aquello que Lacan enseñó durante todos esos años, que van desde el Seminario 1 al Seminario X, comenzando por su histórico Discurso de Roma?
Lacan enseñó a leer, y les enseñó a leer nada menos que a Freud a los propios psicoanalistas, Miller dice al respecto “hizo de los escritos de Freud asunto de enseñanza”. Y agrego: hizo del inconsciente un asunto de lectura también, elevar el texto de Freud por sobre la ortodoxia del freudismo de su época sin duda fue un gesto de provocación, “ser el que leyó a Freud” es un atributo que Lacan recibiría gustoso en su homenaje.
En dicha práctica de lectura todos los conceptos freudianos experimentaron una renovación sin precedentes, pues leyó usando el algoritmo Sausureano del signo lingüístico y la noción de lo Simbólico de Lévi-Strauss, repuso la cuestión de la verdad en psicoanálisis distinguiéndola de la exactitud y de la certidumbre, para promover al sujeto en un estatuto enteramente nuevo, el sujeto divido. Lacan nos enseña su propia lengua en el campo abierto por Freud, eso hace que su enseñanza cada vez tenga algo nuevo y que tome la forma de una investigación permanente no apta para aquellos que buscan el manual con los pasos a seguir en caso de..., su enseñanza no puede ser reducida a unos simples consejos prácticos, por ello no es apta para impacientes que buscan respuestas rápidas, ¡no! , con Lacan, se trata de un desarrollo que solicita de una temporalidad que le es específica y que requiere de una disposición para seguirla.
El fin de la enseñanza de Lacan lo dice el mismo en 1967, “seria hacer psicoanalistas a la altura de esa función que se llama sujeto, porque se verifica que solo a partir de ese punto de vista se comprende de que se trata en el psicoanálisis”
Para ello, le era absolutamente necesario crear una nueva institucionalidad apta para esos fines, eso fue la Escuela Freudiana de Paris, fundada en 1964, creación totalmente original, única en la historia del psicoanálisis, la Escuela rompe con las clásicas Asociaciones y con el análisis didáctico, promueve dispositivos inéditos en el psicoanálisis, como los carteles, el pase, se abre a la comunidad, recibe a quien quiera saber del psicoanálisis, muestra sus producciones en un revista Scilicet “tu puedes saber” eso que piensa la Escuela Freudiana, allí se escriben las producciones y resultados de los caminos que cada cual recorrerá en su formación según sea su deseo.
Francia se inunda de psicoanálisis, pero Lacan no se detiene con ese momento Institucional.
Vendrá 1966, en que Lacan esta se presenta, no ya en una sala con estudiantes, en un ambiente reducido, es el momento de que Lacan sale de los lugares estrictamente psicoanalíticos, y se convierte en una figura que entra de lleno a participar en el debate intelectual, ese que el mismo llama el debate de las luces. El hito lo constituye la publicación de los Escritos, recopilación de cerca de treinta artículos, conferencias, intervenciones, que marcan un trayecto que va desde 1936 hasta 1966, allí brevemente Lacan se presenta nuevamente, De nuestros antecedentes lo titula, marca su comienzo, su entrada como lo llama, que parte con la psiquiatra con su tesis, sus incursiones en los círculos literarios y surrealista, sus escritos sobre psiquiatría, sus primeras incursiones en el psicoanálisis, como El estadio del espejo, su texto fundacional Función y Campo y tanto otros. Inesperadamente y pese a la complejidad de los Escritos la recepción es abrumadora, 50.000 ejemplares son vendidos en quince días. Lacan ya es reconocido como un intelectual mayor, no solo de interés para el medio analítico sino para la filosofía, las letras, las humanidades.
Pese a su consagración el maestro francés no descansa y regularmente sigue dictando su Seminario, la crisis universitaria de mayo 1968 traerá nuevos desafíos a las propuestas psicoanalíticas, requiere precisar en que consiste el discurso psicoanalítico, inventa los 4 discursos para responder ante las demandas de revolución, Lacan es escéptico a la revolución, pero muestra simpatía por el movimiento estudiantil. La crisis abre espacio para reformas universitarias entre las que se cuenta la creación del Departamento de Psicoanálisis en Vincennes hoy Paris VIII, así el psicoanálisis lacaniano ingresa - al menos a nivel del saber- al campo de la Universidad, sin embargo Lacan precisa “El psicoanálisis es algo que no se trasmite como cualquier otro saber”.
Estamos el los 70 y Lacan ya ha debido sortear una crisis importante en la Escuela Freudiana de Paris, un grupo no aceptara el pase y cuestionará el modelo de formación de los analistas, son escépticos al matema y a la lógica, se presenta una exigencia para los psicoanalistas franceses de esa época y que seguirá con resonancias en el presente, ¿se está a favor o en contra de Lacan?
Las aguas se dividen y las tensiones se agudizan en torno a las nuevas exigencias que impone Lacan en su enseñanza, comienza su última enseñanza, el llamado ultimo Lacan, aquel que va directamente sobre la cuestión del goce, del agujero, del sinsentido, de los nudos, del sinthome, Lacan que hace temblar su propio edificio, se desanuda de Freud, para salvar al psicoanálisis de la religión, del Nombre del Padre, del sentido, tarea difícil, incómoda, donde la retórica de la palabra se vuelve muda por la eficacia del corte.
Otro evento es relevante a mediados de los años 70, exactamente en 1973, se publica la colección El Seminario de J. Lacan, en un esfuerzo sin precedentes y superando la persistente negativa del mismo Lacan, las miles y miles de paginas estenografiadas de sus Seminarios que hasta esa época iban en el XX, apiladas en estantes, son revisadas y corregidas por Jacques Alain Miller para dar forma -bajo la figura del establecimiento- a un texto que tiene la difícil misión de traspasar una enseñanza oral hacia un texto escrito legible-, donde comas, puntos y guiones cumplen la función de los gestos, entonación y énfasis propios de la trasmisión oral admitiendo de entrada que dicho esfuerzo llevará consigo una perdida, pues estrictamente la enunciación es irremplazable, vale la pena ese trabajo de transcripción que será indispensable para todos aquellos que no estuvieron en el sitio en que dichas palabras fueron pronunciadas. Los hispanos parlantes deberán esperan mas de 7 años para ver la traducción al español de los Seminarios.
Lacan viajará a USA en 1975, donde encontraremos una nueva presentación, frente a un auditorio que lo desconoce Lacan se pregunta ¿Como he devenido psicoanalista? Hace referencia a su tesis de medicina, la psicosis paranoica y su relación con la personalidad de 1932, y extrae una frase que resuena con el momento en que se encuentra, dice “La psicosis es un ensayo de rigor. En ese sentido, yo diría que soy psicótico, yo soy psicótico por la sola razón que siempre trate de ser riguroso”. Pues bien, no todos acompañan a Lacan en ese punto de rigurosidad.
En 1980, Lacan disolverá la Escuela Freudiana de Paris, definitivamente se trata de una operación inevitable para saber quienes efectivamente lo siguen y continúan por la senda del psicoanálisis y quienes no, Lacan dice: “No necesito mucha gente. Y hay gente a la que no necesito”. Dicha crisis dará lugar a la ultima iniciativa institucional de Lacan: La Ecole de la Cause Freudienne, cuyo primer Congreso se realizará en Latinoamérica, tierra que será fecunda al psicoanálisis lacaniano, participará en dicha gestión nuestra amiga y colaboradora Graciela Brodsky, así una America Latina conmovida por dictaduras, recibe la enseñanza de Lacan. Ella prende y florece en Venezuela, Brasil, Argentina, por citar los países mas relevantes, y que poco a poco junto con al Ecole de la Cause Freudiana, se reorganizarán en la AMP.
Lacan para finalizar en Caracas dice: “Quienes hacen que haya yo enseñado algo son ustedes con su presencia.”
Y es esa misma presencia, la de nosotros, ahora en Santiago de Chile la que rinde homenaje a esa enseñanza, con muchas tareas y desafíos, somos un país que ha estado un poco al margen de esa historia del movimiento lacaniano, no es el momento de buscar las razones, las hay y debemos corregirlas- Solo un punto de partida es incuestionable por ahora: nada resiste al trabajo.
Apoyados en el deseo por conservar vigente el psicoanálisis que Lacan nos dejó tenemos mucho por hacer no para imitarlo sino para hacer nuestro propio recorrido, nuestros propios antecedentes. Y así devenir psicoanalistas y quizás ¿por que no? inscribirnos en esa Historia.
Y para finalizar:
Alguna vez leí en algún texto de Miller que si la palabra de Goethe es “más luz”, la palabra de Lacan es “despertar”, ese despertar es todavía mas fecundo si en Chile la primavera llega en Septiembre
Gracias.
24. 9, 2011.
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